FIRMA DE LIBROS

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DRAGONES

DRAGONES
Dragón en un vaso maya

martes, 3 de diciembre de 2013

DULCE NAVIDAD

Ya estamos en diciembre y en el horizonte próximo se alza de nuevo el gran anuncio luminoso de la Navidad del 2013. A mí me gusta la Navidad; hay mucha gente que detesta estas fiestas, yo las encuentro alegres y llenas de luz y colorido. Será porque en mi infancia la gente paseaba por las calles del centro de Madrid llevando zambombas y panderetas y cantando villancicos; porque muchas calles estaban llenas de puestos en los que se mostraban juguetes y preciosos adornos; porque nevaba y había castañeras vendiendo ricas y calientes castañas; porque mi madre hacía pollo para cenar (entonces el pollo era comida de gente pudiente y en la clase media se comía de tarde en tarde); porque cantábamos y reíamos hasta muy tarde, y teníamos un modesto Belén, y toda la familia parecía feliz; porque todos recordábamos al niño Jesús y nos sentíamos maravillados de que un ser sobrenatural hubiera venido a la Tierra a traer un mensaje de paz y amor. Eran otros tiempos, tiempos de inocencia, de simplicidad, todavía no existían decenas de "grandes superficies" tratando de vender cualquier cosa a cualquier persona, el consumismo no era siquiera una palabra aceptada por la RAE, o al menos por la gente, la única crisis visible era que unos tenían más y otros menos, pero eso había sucedido desde el principio del mundo y sabíamos que era necesario remediarlo poco a poco, cada cual según sus posibilidades. En fin, era una festividad religiosa, se conmemoraba un gran suceso religioso, y había gozo general por eso. Hoy todo aquello ha quedado obsoleto, es una fiesta de las compras y las vacaciones, y el regocijo, si existe en una situación de aguda crisis económica donde muchos se angustian porque ha subido la gasolina, se debe a que habrá días libres para viajar o descansar. Los niños, por supuesto, avizoran una montaña de regalos que, como los anteriores, los de todos los días, irán a parar a las estanterías de sus habitaciones y pasarán al olvido casi al momento de recibirlos. Además, no serán juguetes para jugar, serán máquinas para la soledad y el atontamiento.

jueves, 3 de octubre de 2013

UNA NOVELA Y UN ENIGMA

Ya hay en las librerías ejemplares de mi segunda novela El Ocaso del Rey Serpiente (Alianza Editorial). Es la segunda parte de Bolnak, el maya, aunque no exactamente una continuación sino otra aventura del grupo de amigos que forman el sacerdote, el guerrero, el músico y la princesa. Esta vez he querido abordar, como problema de fondo a las peripecias de los protagonistas, un asunto de enorme trascendencia: el abandono de las ciudades del sur de la península de Yucatán entre los siglos IX y X. Es difícil encontrar una explicación racional bien fundamentada para ese fenómeno que dejó a merced de la selva a decenas de enormes urbes de piedra. El misterio ha fascinado a investigadores durante décadas, y existen multitud de teorías más o menos elaboradas y con algunos datos científicos, pero el problema es aplicar cualquiera de esas teorías a tantos lugares diferentes. Yo he dejado volar la imaginación y he escrito en mi novela sobre un complot. No hay la más mínima prueba de que hubiera tal complot, pero ese es un magnífico escenario para la batalla eterna del bien y el mal. Espero que la novela guste a mis amigos y a los amantes de las civilizaciones exóticas, y acepto de buen grado cualquier crítica, no al planteamiento histórico, puesto que es una obra de ficción, sino al encaje de unas cosas y otras.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Publicaciones y personas modélicas

Tengo en mis manos los dos números aparecidos hasta el momento de una publicación periódica titulada MAYA ARCHAEOLOGY, que sale a la luz gracias a la labor encomiable de MESOWEB y de Joel Skidmore. Muy lejos en el tiempo quedan ya aquellas tristes revistas de arqueología, de papel de baja calidad y fotos borrosas en blanco y negro, que yo consultaba en mi época de estudiante. Felizmente, casi todo el mundo sensato acepta ahora que una revista científica no tiene por que ser fea  y tosca, que el diseño, la maquetación, el color y todos los detalles de la edición, convierten la publicación en algo atractivo a la vista y al tacto, y que ése es el primer paso para un acercamiento fructífero al contenido. Y más en arqueología, un campo cercano a la historia del arte. Sin llegar a afirmar aquello de que el medio es el mensaje, vean si la belleza de estas publicaciones de Mesoweb, no obliga por sí misma a un juicio de valor favorable sobre la cultura maya. Claro que además están los magníficos artículos del interior, sobre todo el de la pintura de Calakmul y el de la iconografía de Palenque. En fin, un placer para los ojos y para la inteligencia.
Más doloroso para mí es manifestar aquí el pesar que siento por la muerte de un gran arqueólogo y un gran amigo. Claude François Baudez es otro modelo, de investigador y de persona, su biografía es la de un hombre sobresaliente en todos los aspectos. Su último libro, tan reciente, sobre el autosacrificio maya, es otra obra ejemplar de las muchas que publicó. Le recordaremos siempre, por supuesto como mayista, pero además como estupendo conversador y hombre abierto, un intelectual admirable. Descanse en paz.

viernes, 28 de junio de 2013

UNA ARQUEOLOGÍA ROMÄNTICA

Mi amigo Iván Sprajc, que trabajó en el Proyecto Oxkintok como arqueoastrónomo, ha descubierto una ciudad maya hasta ahora desconocida, a la que ha bautizado con el nombre de Chactún. El investigador esloveno es uno de los exploradores románticos que todavía quedan en la arqueología americana, una persona dispuesta a hacer grandes caminatas por lugares peligrosos o inhóspitos con tal de encontrar unas ruinas o verificar un indicio. En la línea de Ian Graham o de los más célebres mayistas del siglo XIX. Toda mi admiración para él, y mi envidia, porque la edad me impide ya el adentrarme en la selva a la búsqueda del descubrimiento, es decir, a la búsqueda de las ilusiones. Tal vez es la tarea más bella del arqueólogo, el premio a sus esfuerzos y penurias, hallar determinados objetos, ciertos estilos en los lugares donde no se suponía su existencia, una nueva ciudad en medio de la nada selvática, una inscripción jeroglífica que ratifica una hipótesis o la refuta, o que añade un conocimiento diferente y nuevo sobre un viejo problema. Hasta las personas profesionalmente alejadas de la arqueología reconocen que estos momentos y estas sensaciones compensan los sufrimientos y pueden justificar una vida. Esa selva centroamericana, esos bosques mayas que abrazan y ocultan a las capitales de la antigüedad, que también protegen, conservan, destruyen y camuflan, según las circunstancias, es uno de los escasísimos paisajes parcialmente vírgenes para la exploración en el siglo XXI. Y yo solamente pido, ruego, respeto por el viejo manto vegetal, que aquellos que se adentran en sus secretos lo hagan con el celo y la prudencia con que se hacía antaño, cuando no existían las masas de turistas, cuando la tecnología no había puesto en el mercado tantos procedimientos y artilugios para dañar la naturaleza.

viernes, 24 de mayo de 2013

SACRIFICIOS

Mi amigo Alex dirige una institución que se llama Literaula, dedicada a formar escritores, a enseñar a los interesados el difícil camino de las letras. Había leído mi novela BOLNAK, EL MAYA y le interesaron mucho los sacrificios humanos a los que se alude allí en repetidas ocasiones, por lo que insistió para que celebráramos una especie de sesión o mesa redonda sobre esa práctica. Elegida la Fundación Progreso y Cultura, y cedido amablemente por la UGT el salón de actos, iniciamos una de estas tardes el debate: éramos tres personas en la mesa: Fraguas, Rivera y Prieto, dos periodistas y un profesor. La tesis que mantenían mis acompañantes era que los sacrificios humanos todavía existían, por ejemplo ahora en España, y que no tenían que ser identificados solamente con el cruel derramamiento de sangre, como los llevaban a cabo mayas o aztecas, sino con otras formas menos llamativas de acabar con las personas, el paro, la marginación, la pobreza, la persecución política o económica... Yo no estaba de acuerdo con ellos, pienso, y así lo dije, que hay distintas definiciones, y contenidos, para cada una de esas formas de agresión, y, seguramente, distintas razones y consecuencias también. Algo más semejante a la práctica antigua, que, por otro lado, ha sido aceptada y ejercida por la mayoría de los pueblos en algún momento de su historia, es, a mi modo de ver, la matanza que sucede todas las semanas en las carreteras, con decenas de muertos en lo que se suelen llamar "accidentes" (aunque no lo son tanto: excesos de velocidad, bebidas alcohólicas, drogas, carreteras en mal estado, escaso civismo, nulo respeto por los derechos y la integridad física de los demás etc.). Cada año desaparece lo que podría ser una pequeña ciudad en esa guerra del tráfico, y cada fin de semana el parte de guerra correspondiente refleja lo insensibilizados que hemos llegado a estar ante ese fenómeno. Nos parece natural, es parte del progreso, no se cuestiona, las mismas ideas que subyacen a los sacrificios humanos de la Antigüedad: necesidad ineludible. Aunque aquellos eran, en número y características, menos dolorosos y terribles.

miércoles, 24 de abril de 2013

UN MAYA CON BARBA

Me invita Nacho Ares, gran amigo de siempre, a su programa SER HISTORIA para que hablemos un rato de Gonzalo Guerrero, personaje extraordinario que ha llegado a su conocimiento y por el que se ha sentido atraído de inmediato. Le digo muy brevemente cuál fue la peripecia americana del militar andaluz, y, en la conversación, grabada y off de record, surgen multitud de enigmas que hacen todavía más singular y apasionante la vida de este hombre. Por ejemplo ¿cómo entender que un belicista hispano, que había participado en guerras incesantes e importantes, se sometiera tan de buen grado a las condiciones de la esclavitud en Yucatán? ¿Cómo justificar solamente por la mujer y los hijos, como hacen los comentaristas españoles, entre ellos su compañero de cautiverio Jerónimo de Aguilar, el apego hacia los mayas que acabó sintiendo, sobre todo cuando esos mismos mayas habían sacrificado y devorado a varios de sus compañeros de naufragio? ¿Cómo explicar que se desentendiese tan fácilmente de la religión católica, que sin duda fue un pilar en que apoyarse en los duros años de sumisión y trabajos forzados, mientras veía cómo iban muriendo por las duras condiciones las otras personas que alcanzaron la costa del área maya? En otras palabras ¿fue Gonzalo Guerrero un español valiente que se puso del lado de los más débiles frente a la rapiña de los conquistadores? o ¿fue, por el contrario, un individuo débil y pusilánime que procuró a toda costa sobrevivir, aunque eso supusiera aceptar el servilismo extremo al que fue sometido? ¿Hay honor o deshonor en su comportamiento? Es indudable que con él se inaugura el mestizaje en América, es indudable que murió luchando contra sus compatriotas y a favor de los indígenas centroamericanos, es indudable que su atuendo y costumbres fueron finalmente los de sus amos, excepto la barba que, al parecer, siempre lució. ¿Podemos hablar aquí del primer caso conocido en América de "síndrome de Estocolmo", donde el prisionero acaba participando de las ideas y propósitos del secuestrador? Tal vez desentrañar esos enigmas sea tarea conjunta de los historiadores y los psicólogos. En cualquier caso, Gonzalo Guerrero bien merece una superproducción cinematográfica, algo igualmente cierto para tantos españoles que participaron de la colosal empresa del descubrimiento y conquista del inmenso continente.

martes, 19 de marzo de 2013

TÍTULOS Y DIGNIDADES

No puedo resistir la tentación de hacer aquí un comentario sobre el nuevo Papa, tal ha sido el bombardeo de noticias y la apología desatada de estos días pasados. Aún no me he formado una impresión de su carácter o forma de actuar, aunque vaya por delante que yo desconfío del exceso de humildad. Lo que me interesa destacar ahora es el nombre que ha elegido para su figura papal: Francisco, así, a secas, sin numeración. Desde luego, es un nombre que se presta a deformaciones, como que le llamen al Papa Paco, pero lo grave es que, al suprimir la numeración, el I que al parecer debía corresponderle, ha eliminado paralelamente el aura de dignidad que el nombre exige, y lo ha convertido en un vulgar apelativo coloquial. ¿Qué se dirá desde este momento?: "Lo ha dicho Francisco", pues habrá gente que dude si se refiere al tendero de la esquina, o al célebre personaje de zarzuela. Prueben ustedes a quitar la numeración ordinal a los reyes de la Historia, y sus nombres quedarán ramplones e insignificantes. La dignidad de un Papa, equivalente a la de un rey, exige tales detalles. Nunca en la Historia los gobernantes han prescindido de estos signos, pues saben muy bien que la simbolización de los estatus es tan importante como el estatus mismo, y que si al cargo se le desnuda de sus elementos representativos pierde casi todo su sentido. Alguien debería advertir de estas cosas a Francisco, y decirle que no por ser Francisco I va a perder su bondad, misericordia, humildad, y la excelente disposición hacia los necesitados. Sencillamente honrará mejor el alto cargo que ocupa.

miércoles, 27 de febrero de 2013

LOS MAYAS Y LA HISTORIA

No es frecuente que una antigua civilización tenga un sistema de cómputo cronológico que parta de un punto cero, de un comienzo de Era. Lo tuvieron los griegos, los romanos, los judíos, y también los mayas. Por el contrario, una civilización tan avanzada como la de los egipcios careció de un sistema de fijar los acontecimientos como ese. Lógicamente, tal sistema cronológico incide en la perspectiva propiamente histórica de los hechos que suceden; ¿quiere eso decir que los egipcios antiguos no tuvieron constancia de que los hechos políticos se inscribían en la Historia? Pues la respuesta parece difícil. Fue necesario que apareciera el célebre Manetón, ya en época muy tardía y con toda la influencia griega encima, para que a alguien se le ocurriera redactar una suerte de historia dinástica. Sin embargo, los mayas lo hicieron desde siempre, con sus jeroglíficos, en las estelas y también en los vasos pintados. Hasta ahora se han identificado unos doce vasos con largas inscripciones glíficas que narran las entronizaciones de los reyes de la entidad política de la Serpiente, una familia ligada a la ciudad arqueológica que hoy conocemos como Calakmul. En efecto, los mayas tenían un profundo sentido de la Historia, del acontecer histórico, del continuo temporal en el que se prenden los sucesos políticos. Tal vez porque, al creer que los segmentos temporales eran recurrentes, su análisis y estudio permitía avizorar y prevenir situaciones conflictivas; cada segmento estaba "cargado", y esa carga determinaba, seguramente dentro de unos márgenes, lo que iba a ocurrir. Con esa obsesión, los mayas desarrollaron, hasta extremos increíbles para una cultura con su tecnología, la astronomía, la escritura, la aritmética, el calendario y muchas otras disciplinas que estaban en el camino de convertirse en verdaderas ciencias. Y eso cuando Europa se encontraba en las tinieblas del medievo.

sábado, 26 de enero de 2013

LO ESENCIAL Y LO SUPERFLUO

Yo creo que una buena manera de evaluar la calidad y la eficacia de los políticos es considerar si el gasto que hacen del dinero público está justificado: si se destina a actividades prescindibles y poco importantes, o si, por el contrario, a aquellas que resultan básicas y fundamentales para la sociedad. En el primer apartado podríamos colocar seguramente aeropuertos sin aviones ni viajeros, museos de arte contemporáneo sin colecciones adecuadas, monumentos a cualquier cosa, fuentes y figuras entorpecedoras en rotondas o plazas, cuadros caros de uno mismo en las instituciones, costosas páginas web, y, por supuesto, coches, viajes, saraos, cocktails, recepciones, fiestas, comidas y cenas, etc... etc... Lo necesario es la sanidad, la vivienda, la educación y la cultura, y, desde luego, el apoyo a empresas y trabajadores, infraestructuras que faciliten el desarrollo económico, y cosas parecidas. El Ayuntamiento de Madrid ha decidido que las escuelas municipales de música y danza no son necesarias y anda recortándoles las subvenciones. La música, como dicen los profesores afectados, sí es esencial, hace mejores ciudadanos, mejores personas, ayuda a los que sufren y estimula a los desvalidos. Es cultura con mayúsculas, es civilización, es belleza, es sensibilidad, es inteligencia, es todo lo que desearíamos que fueran nuestros hijos y nuestros vecinos. ¿Acaso el Ayuntamiento de Madrid desprecia tales virtudes, acaso estamos llegando a tocar el fondo pestilente de la indiferencia y la vulgaridad? En el concierto que han brindado esta mañana los profesores de esas escuelas, en las que hay niños y viejos todos amando la música, nos hemos puesto de pie para aplaudir, emocionados por la hermosa música interpretada, pero sobre todo por lo que esas maravillosas personas representan. Que sepan que no están solos.

martes, 1 de enero de 2013

NO SE ACABÓ EL MUNDO

El periodismo es como la espuma de la cerveza: confiere una buena apariencia pero no garantiza la calidad del producto. Los periodistas dicen ahora "Los mayas se equivocaron", o bien "no se acabó el mundo como decían los mayas", e incluso "la profecía maya no se cumplió". Todo ello refleja la superficialidad con que muchos de estos profesionales tratan las noticias, rara vez profundizan en ellas, casi nunca amplían la información más allá de un titular llamativo y de un texto que lo justifique cogido con alfileres. Tengo que decir, no obstante, que algunos periodistas consultaron conmigo las famosas, y falsas, "profecías mayas", aunque no sé muy bien si la forma final de la noticia cumplió siempre el propósito de informar verazmente al lector (que, por otra parte, a menudo está predispuesto a entender lo que quiere entender y no lo que realmente se desprende del texto). Bien, entre unos y otros, más los que estaban interesados en la manipulación, tergiversaron la cuestión que era muy simple: los mayas antiguos nunca afirmaron que el mundo acabaría al completarse el decimotercer baktún de su cuenta cronológica, o sea, el 21 de diciembre de 2012 en nuestro calendario. Otra cosa es afirmar que los mayas creían en que los mundos se crean y se destruyen (o modifican), y que su cómputo cronológico es cíclico, eso sí es verdad, pero no podemos aplicar esas ideas, haciéndolas confluir, a un hecho particular como el de la terminación del ciclo de 13 baktunes y el comienzo de otro nuevo. En fin, supongo que esto todavía dará que hablar, y, la parte buena, que mucha gente se interesará ahora por los mayas. Feliz año.