martes, 1 de junio de 2010
PERÍODOS OBSOLETOS
Hace algunos años publiqué un artículo en la REVISTA ESPAÑOLA DE ANTROPOLOGÍA AMERICANA en el que abogaba por la modificación de la secuencia de períodos que se utiliza habitualmente para el estudio de la cultura maya antigua. Ya entonces, tras los sorprendentes hallazgos en El Mirador, Nakbé y otras ciudades muy tempranas, parecía absurdo afirmar que tales obras pertenecían al período Preclásico. Hoy todavía es más acuciante la reforma, la investigación en estos lugares demuestra que la civilización había surgido y estaba plenamente formada desde al menos el siglo V antes de Jesucristo. Cuando se discute, por ejemplo, si el complejo arquitectónico La Danta, en El Mirador, es la construcción más elevada y voluminosa de todas las mesoamericanas, y una de las mayores del mundo, parece ridículo seguir colocando esa manifestación cultural en el mismo nivel que Cuicuilco o Tlapacoya. El Clásico maya debería comenzar precisamente en ese siglo V a.C. y el Clásico mesoamericano debería empezar con el auge de la cultura olmeca, aunque en ese momento muchos sitios prehispánicos permanecieran todavía en un estadio formativo. Pero, si se trata de relacionar el Clásico maya con la escritura, el estado y una especial forma de gobierno, quizás valdría la pena utilizar la frase "Clásico predinástico" para caracterizar el período entre el siglo V a.C. y la famosa estela 29 de Tikal de finales del siglo III d.C. No obstante, creo firmemente que poco a poco se irán conociendo detalles sobre las monarquías y las escrituras anteriores al 292, y que, al final, todo será un único y esplendoroso Clásico extendido entre el siglo V a.C. y el hundimiento de la civilización de El Petén. Algunos autores norteamericanos, como Hansen y los Stuart, parece que ya van tímidamente sugiriendo un cambio de este tipo en la nomenclatura mayista.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)