martes, 9 de diciembre de 2014
UN LIBRO
Ya está en las librerías mi último libro. Se titula LA RISA DE IXMUKANÉ y trata un episodio especialmente significativo del ciclo de mitos cosmogónicos conocido por el nombre de Popol Vuh, cuando la diosa Ixmukané no puede reprimir las carcajadas ante la visión de sus nietos convertidos en monos y haciendo cabriolas delante de ella. Esa reacción es el anuncio y desencadenante de un profundo cambio cuyas consecuencias desembocarían en la creación del mundo actual y de la humanidad maya. He enfocado el acontecimiento desde el punto de vista de la Historia comparada de las religiones, con la idea de probar que la risa es un agente cultural enormemente potente. Como en la serie de libros anteriores que denomino "umbrales del inframundo": Laberintos de la Antigüedad, Espejos de poder, y Dragones y dioses, en La risa de Ixmukané (Miraguano Ediciones, Madrid 2014) hay datos de muchas civilizaciones y de distintos períodos históricos, y he procurado emplear un lenguaje asequible y ameno.
martes, 2 de diciembre de 2014
OTRA NAVIDAD
Un año más. El siglo XXI avanza con paso decidido jalonado por las fiestas y los rituales que señalan precisamente la existencia de ese tiempo que nos va gastando sigilosamente. El año que viene será muy interesante en España, hay elecciones y la política anda últimamente muy revuelta. La gente está muy enfadada con los partidos grandes que han gobernado el país desde que murió Franco; además de su inoperancia se les culpa de la crisis económica y de la avalancha de corrupción que amenaza con engullir cualquier otro avance o logro. España ha atravesado los mejores 35 años de su Historia, nunca había tenido eso que llaman un "estado del bienestar", con sanidad (buena) gratuita y con educación (mala) también gratis, con un desaforado consumismo, millones de coches, televisores, teléfonos móviles, ordenadores y demás artilugios electrónicos, vacaciones y fiestas para todos, carreteras llenas de viajeros de fin de semana y puentes, en fin, lo que querrían tener para sí los pueblos de África, por ejemplo. Para darse cuenta cabal de los cambios hay que tener más de sesenta años, cuando yo era un adolescente nada de eso existía. Y, sin embargo, la gente está muy muy enfadada, y dispuesta a no votar o a hacerlo a partidos radicales, extremistas, separatistas, o a los que no tienen ninguna experiencia y proponen medidas disparatadas. ¿Qué ha sucedido? Pues lo mismo que le sucede al niño que ha tenido toda clase de caprichos, satisfecho, mimado y acostumbrado a lo fácil, de pronto se hace adulto y ya no le caen las cosas del cielo, tiene que esforzarse para lograrlas, y llora y grita, y odia a todos, sus padres los primeros. Los españoles han abierto los ojos y se han dado cuenta de que los políticos son corruptos, que muchos empresarios lo son también o tratan de explotar a los trabajadores y lucrarse sin medida, que la justicia no es igual para todos, que hay mil y un defectos en esta democracia modesta y precaria que tenemos. Lástima, no se trata de echar abajo un edificio que nos ha alojado muy bien porque le hayan salido grietas, sino de rehabilitarlo procurando que no se nos caiga encima. Mientras tanto celebremos la Navidad, que siempre es símbolo de alegría y amor. Después, en 2015, ya veremos. ¡Felicidades!
miércoles, 3 de septiembre de 2014
Se hace camino al andar
El lunes 8 de septiembre de 2014 se va a inaugurar en Valencia una exposición que hace honor a la fama quijotesca que tenemos los españoles. Cristina Vidal y Gaspar Muñoz llevan muchos años lidiando con toda clase de pegas, obstrucciones, dificultades y sinsabores, para sacar adelante sus proyectos de investigación arqueológica, restauración y formación en la defensa del patrimonio cultural en la región del Petén, en Guatemala, concretamente en los yacimientos de La Blanca y Chilonché. La turbia burocracia de los países latinoamericanos, las escasas ayudas económicas de las instituciones españolas, nada de eso les arredró, nada de eso frenó su deseo de hacer algo por la ciencia, el americanismo, la mayística y el patrimonio de la humanidad, de cumplir sus vocaciones como arqueólogos, arquitectos y personas del siglo XXI, solidarios, inteligentemente cooperantes en el desarrollo del planeta. Y, como es natural, tal empuje, tal constancia, han dado espléndidos frutos que se verán ahora al completo por primera vez en la exposición valenciana: una estupenda arquitectura en La Blanca, una decoración en estuco y unas interesantísimas pinturas murales en Chilonché, e inscripciones jeroglíficas, y avances en los enigmas del hundimiento de la civilización maya clásica. Mi profundo respeto por estos investigadores y por todo su equipo, mi apoyo y gratitud.
martes, 22 de julio de 2014
VERANO DEL 14
Con tantas cosas como bailan a mi alrededor empiezo a ser perezoso para escribir las entradas de mis blogs. Ahora que ya me he jubilado compruebo que tengo menos tiempo, que las horas apenas me rinden, que el malvado Cronos se empeña en correr como un galgo. Muchos me preguntan si ahora descanso a mis anchas, si hago todo aquello que antes no pude hacer, la respuesta es no, los días se me pasan sin sentir y los libros y revistas se amontonan en mi mesa sin que logre darles salida. Además, voy seleccionando lo que hago con ojos de avaro del tiempo, sólo leo, por ejemplo, lo que creo esencial y lo que me produce placer, y eso excluye muchos tediosos informes arqueológicos, escritos tan mal que causan repulsión, y que tampoco añaden nada nuevo a lo que ya sabemos. Rayos y truenos, a estas alturas todavía hay que gritar aquello de que no es arqueólogo el que excava y describe lo encontrado, sino el que lo interpreta correctamente y hace avanzar el conocimiento antropológico de la cultura de que se trate, o al menos plantea buenas hipótesis, sugiere caminos diferentes, expresa dudas y hace reflexionar a los colegas. Hace calor en Madrid, aunque no tanto como otros veranos.
viernes, 28 de marzo de 2014
Perspectivas primaverales
Esta es una primavera que ha empezado bien. Varias noticias reconfortantes permiten olvidar por un momento la crisis económica, las peleas de los políticos, el separatismo catalán, la corrupción, el desbarajuste educativo y otras negruras en las que se ve envuelta mi querida patria. Una de ellas tiene que ver con los mayas, mis buenos amigos Cristina y Gaspar están a punto de terminar el estudio del precioso mural que han descubierto en las ruinas de Chilonché, en el Petén de Guatemala. Es evidente que una gran mayoría de edificios nobles de las viejas ciudades mayas clásicas lucían espléndidas pinturas, con gran variedad de temas y procedimientos debidos a artistas particulares, y es igualmente innegable que muchas de las construcciones han perdido tales obras de arte a causa de la inclemencia del clima tropical; también los propios mayas cooperaron a veces en la destrucción de los murales, al remodelar los conjuntos, y, desde luego, son culpables los saqueadores contemporáneos, que arrasan sin miramientos lo que se les pone por delante en su búsqueda de tesoros portátiles. Bien es cierto que en alguna ocasión, como en San Bartolo, gracias a los agujeros del saqueo se hallan las pinturas. Se puede añadir, y perdonen ustedes la inmodestia, otra buena noticia: que pronto verá la luz mi tercera novela, titulada Toda luna, todo viento, publicada por Alianza como las anteriores.
jueves, 23 de enero de 2014
LEEMOS CON LENTITUD
Vaya por delante mi satisfacción por la lentitud, me gusta la lentitud, siempre he elogiado la lentitud, pero hay ocasiones en que echo de menos una mayor rapidez en la resolución de ciertos problemas. Por ejemplo, para mi gusto vamos muy lentos en la lectura de los jeroglíficos mayas. Ya hace más de medio siglo que se pusieron las bases metodológicas para el desciframiento, el de verdad, no los muy respetables intentos de investigadores notables como Morley o Thompson. Por supuesto, en esos cincuenta años se ha avanzado mucho, si hoy esos autores levantaran la cabeza se asombrarían, pero la cuestión es que son cincuenta años, que todavía quedan bastantes glifos por interpretar adecuadamente y que los epigrafistas tienen dudas y vacilaciones en numerosas ocasiones. Comprendo que es un gran problema, pero las lenguas mayas están vivas en una buena proporción, y es sorprendente que con esa estupenda base todavía el epigrafista del proyecto que sea tenga que llevarse las inscripciones a casa y meditar largo rato la traducción que va a proponer. Y esa traducción estará incompleta con toda seguridad. ¿Qué pasa con la escritura maya antigua? ¿Por qué no ha sucedido en este caso como con el egipcio o el cuneiforme mesopotámico? Tal vez la respuesta sea que había muchas lenguas, muchos escribas con sus correspondientes escuelas y modas, y que los propios mayas amaban el retorcimiento en el lenguaje, la discreta confusión en sus textos, como en muchos pasajes de los libros de Chilam Balam. Así que me tengo que quejar de nuevo: porque los escritores escribían poco y de pocos temas, y con un estilo enigmático, y porque los lectores leen con irritante lentitud. Me da envidia ver a los egiptólogos plantarse ante una inscripción tebana y leerla con soltura a simple vista, a bote pronto. ¿Cuánto tardarán aún nuestros amables epigrafistas en hacer lo mismo?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)