sábado, 10 de noviembre de 2012
EL HUNDIMIENTO
Leo en un periódico español la noticia de que investigadores de apellidos anglosajones han llevado a cabo un estudio profundo sobre estalactitas de una cueva de Belice, y que de tal estudio se desprende que hubo en la antigüedad un largo período de sequías, de unos cuatro siglos (sic), y que por ese motivo la civilización maya llegó a su fin. La simpleza de la noticia, y la cantidad de errores y contradicciones que contiene, me empujan a volver a hablar de este asunto. Evidentemente, algo muy grave debió suceder para que las grandes ciudades mayas del área meridional fueran abandonadas, e inmediatamente invadidas por la selva. Pero ese período de sequías me parece poco probable, primero porque tantos años sin lluvias, o con lluvias escasas o muy intermitentes, es algo sumamente extraño, que pudo cambiar definitivamente la faz del territorio. Sabemos por la arqueología que tal cambio no se produjo, algunas ciudades perduraron, y también muchas aldeas, donde estaban precisamente los agricultores, los primeros que tenían que haber desaparecido. No se han encontrado las grandes fosas con esqueletos que suelen denunciar un período de alta mortandad. Ni las huellas sistemáticas de enfermedades en ellos. Y, sobre todo, la civilización no se interrumpió en el norte y tampoco en el este, salvo algunos casos, debidos quizá a las mismas causas que provocaban abandonos de asentamientos desde comienzos del Clásico. La noticia del periódico incluye unas fechas del todo inadecuadas para una reseña del famoso colapso. En fin, a mi modo de ver esas estalactitas indican algún fenómeno local o regional, pero dudo mucho que se pueda generalizar. Habrá que seguir investigando un poco más.
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